Las palomas son aves que llevan acompañándonos siglos en las zonas urbanas. Se han acomodado a vivir entre nosotros, y esto es producto de su gran poder de adaptación, ya que en nuestro entorno, encuentran con facilidad el alimento, el agua, el refugio y el lugar para la nidificación, claves  que aseguran su éxito como especie.

Su éxito, tanto adaptativo como reproductivo, unido a la falta de depredadores que regulen su población, hacen que se conviertan en una plaga a controlar.

Pero, ¿Cuáles con los principales problemas que representan?

Aunque estas aves, son aparentemente inofensivas, el incremento descontrolado de su población produce daños económicos además de suponer un riesgo para la salud pública.

En lo que respecta a las infraestructuras, sus excrementos suponen un problema por el efecto corrosivo, que es debido al contenido de los ácidos úrico y fosfórico que producen corrosión y manchas en la superficie, además de la oxidación en elementos metálicos. De igual modo, las heces producen la obstrucción de canaletas y desagües, contaminando además los depósitos de agua.

Obstrucción por heces y nidos de paloma

Los excrementos de las palomas son un riesgo para la salud pública, puesto que una vez se han secado, desprenden pequeñas partículas que sirven como vehículo de enfermedades infectocontagiosas, tanto para el ser humano como para otros animales, siendo un ejemplo de ello el hongo Cryptococcus neoformans.

Para controlar la población, además de las medidas directas, son necesarias una serie de medidas preventivas en las que se necesita además, la colaboración ciudadana.

Esas medidas consisten en dificultar su acceso al agua, alimento y al refugio, para ello las más efectivas son la colocación de:

Malla para evitar refugio y nidificación

-Púas antipalomas

– Redes 

-Mallas protectoras

En Frasur Control S.L. apostamos por la prevención, para evitar el aumento de la población que produzca problemas derivados y para ello, contamos con un equipo especializado con resultados garantizados que nos abalan en ciudades como Madrid, Córdoba, Sevilla, Jaén, etc…

 

Por último, es importante la colaboración ciudadana, evitando la proliferación de focos de alimento y refugio, identificándolos para poder realizar las oportunas medidas preventivas sobre ellos.